By Corregidora, Qro., 8 de junio 2025. — Con el jardín principal de El Pueblito como escenario y el orgullo de nuestras raíces como ingrediente principal, los alumnos de tercer grado de la Escuela Secundaria General “Quetzalcóatl” ofrecieron este Domingo una experiencia única al paladar y al corazón con la 5ª Muestra Gastronómica Prehispánica y Colonial.
Este evento, ya convertido en una tradición esperada por padres de familia, docentes y comunidad, representa el cierre de un proyecto académico del campo formativo “Ética, Naturaleza y Sociedad”, en el que los estudiantes no solo investigan y cocinan, sino que reviven el alma culinaria de nuestras culturas originarias y coloniales.
Desde temprano, los aromas comenzaron a encantar a los asistentes: mole verde, tacos de huitlacoche, gorditas de quelites, tostadas de tinga colonial, conejo preparado en distintas formas, aguas frescas de chía, de tuna y hasta el tradicional zacahuil, o Los nopales en penca gigantes. Todo fue elaborado con entusiasmo por los alumnos, con el apoyo incansable de sus familias. Y lo mejor: todo fue gratuito, un regalo para el alma y el estómago.
No faltaron también platillos ancestrales como el atole agrio, tamales de frijol con hoja de aguacate, escamoles (huevos de hormiga) servidos sobre tortilla de maíz criollo y salsa molcajeteada, además de chileatoles y caldos a base de verduras nativas. Cada bocado era un viaje al pasado, cocinado con el orgullo del presente.
El acto protocolario fue encabezado por autoridades educativas y municipales, como la maestra Georgina Lucía Díaz de León Rodríguez (Dirección de Educación Secundaria en USEBEQ), el maestro Rodrigo Callejas Mejía (Departamento de Secundarias Generales), la licenciada Cristina Fernández de Cevallos (Secretaria de Gobierno del Municipio de Corregidora), y la doctora Guadalupe Delgado Rojo, directora del plantel, quien dirigió un emotivo mensaje:
“Lo que inició como un sueño de aula de la maestra Alicia González, hoy se ha convertido en una tradición que trasciende los muros de la escuela. Gracias a ustedes, padres, este evento vive, crece y enseña”, expresó conmovida antes de cortar el listón inaugural.
Por su parte, la maestra Alicia González, mente y corazón detrás de este proyecto, recordó que desde enero los alumnos comenzaron a desarrollar habilidades, desde el conocimiento de ingredientes y técnicas de cocina ancestral hasta la elaboración de vestuarios, decoración y montaje.
“El objetivo era conocer, valorar y aplicar los alimentos de nuestras raíces. Y hoy no sólo se logró: ¡se superó!”, dijo entre aplausos.
Esta quinta edición no solo despertó los sentidos, sino que fortaleció el trabajo en equipo, el amor por la cultura y la identidad de cada estudiante que participó. Fue una celebración de sabores, colores, historias y valores que dejan una huella en todos los que tuvieron el privilegio de saborearla.
Con entusiasmo ya se espera la sexta edición… porque cuando la cocina enseña, nutre mucho más que el cuerpo: alimenta el alma.
